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6. Cuentos y canciones de Mara

Par admin hotellerie-tourisme, publié le mercredi 23 novembre 2011 15:45 - Mis à jour le mercredi 23 novembre 2011 15:57

 (Contes et chansons de Mara)

  Cuentos y canciones de Mara (12 de abril de 2011) Recopilación de trabajos orales y escritos :
  • Los cuentos fueron :
  • El corazón mirando al sur (canción, tango de Eladia Blázquez)
  • El camaleón y el lagarto
  • El nacimiento de la niña.
  • El primer hombre y de la primera mujer
  • El niño que quería morirse
  • María va (canción de Mercedes Sosa)
  • Los objetos de barro y de metal
  • Las dos vasijas de barro del aguador
  • La cuchara larga
  • Los vuelos de aves
  • El conejo y el zorro
  • El que pensaba no tener suerte
  •  Receta del salmorejo


 

El cuento de Mara que más gustó (las opiniones que siguen cada relato se escriben cambiando la letra al opinar una persona distinta):
11 optaron por el cuento del primer hombre y la primera mujer:
Érase una vez un hombre y una mujer que eran los primeros del mundo. Se miraron y el hombre pensó que la mujer estaba cortada. La atendió, la acostó en una hamaca, pero un día observando a los monos, comprendió cómo vivir con la mujer. De la naturaleza aprendieron los hombres qué comer, qué beber, cómo reproducirse. Se encuentran, viven su amor, se quieren.
Me gusta este cuento porque representa una filosofía en que los hombres están libres, y me gustaría vivir en un mundo así, pero hoy, hay esta sociedad fundada en el dinero, y pienso que no será fácil salirse… Preferí este cuento porque nosotros somos el futuro de la creación del mundo. Esta historia pertenece a la vida de todas las personas. Es la historia de los antepasados, y es interesante saber cómo pensaban, con tantos años que nos separan. Es una historia diferente de la de la iglesia francesa. No están Adán y Eva en esta historia. Mara contó este cuento con muchas expresiones muy divertidas.
6 eligieron la historia del niño que quería morirse
Érase una vez un niño que, yendo al mercado con su mamá, vio pasar en un carro un cajón grande rodeado de flores de todos los colores. Al ver esto, el niño le preguntó a su madre qué pasaba, y porqué había tantas flores. La madre le dijo que el hombre que estaba en la caja estaba muerto. Pero el niño no sabía lo que significaba “estar muerto”. Comenzó a gritar que él también quería estar en el ataúd, que él quería estar muerto. La madre lo mandaba callar, le decía que no podía estar muerto, que parar tanta tontería. Pero no era solamente capricho lo que le dio al niño, él deseaba realmente estar muerto. Le preguntó a su abuelo cómo era la muerte. Quería morir antes que su abuelo. Pero como lo quiere la vida o la lógica de las cosas, el abuelo fue llevado por la muerte poco después. Así él no pudo contarle a su nieto cómo era la muerte. El niño vio que la muerte se llevaba a su abuelo, pero ella le dijo que lo vendría a buscar mucho más tarde. Y desde entonces el niño no fue más un niño.
Preferí esta historia porque Mara la contó con mucha fuerza. El niño está muy inocente y encariña. Yo le hice esta pregunta a mi abuelo cuando la muerte me preocupaba. Es la bella inocencia de la infancia. Hasta que descubriera la verdad era un niño inocente, esta experiencia lo hizo crecer de un golpe. La razón por la que el niño quería estar en la caja es muy bella, quería estar rodeado de muchas flores de todos los colores, porque lo encontraba hermoso. Me gusta este cuento porque fue el único que comprendí completamente cuando Mara lo contó.
A 5 les gustó el cuento del zorro y del conejo
El zorro quería comer muchos alimentos, y le mandó al conejo sembrar plantas, resolviendo que él se quedaría con lo de arriba, mientras que el conejo tendría lo de abajo. El conejo sembró papas, y muy contento le dio al zorro la hoja, y se quedó con las ricas papas. Viendo esto, el zorro quiso lo de abajo, y al conejo le dejaba lo de arriba. El conejo sembró entonces trigo. El zorro tuvo la raíz, y el conejo pudo hacer buen pan con el grano de las espigas. El zorro, muy hambriento, quiso tener lo de arriba y lo de abajo. El conejo entonces sembró maíz, y le dio al zorro la hoja de arriba, la raíz de abajo, y se comió los ricos granos de las mazorcas.
Al final, el conejo comió más que el zorro porque es más malicioso que él. Esta historia no es una simple historia, muestra lo que pasa en la vida de todos los días. Es un cuento simpático, muy fácil de aprender, divertido y verídico. También es fácil de comprender.
2 tuvieron preferencia por el cuento del nacimiento de la niña
Tras nacer en la cocina, lugar donde pasan todas las cosas importantes de la casa, la niña fue llevada luego a la cama grande, delante de su hermano mayor. La niña levantó las piernas y el hermano, al mirarla, se asustó y gritó: “¡No he sido yo! ¡No la corté, mamá!” Y la madre le dijo que no gritara, que era cierto, no había sido él, que solo eran diferentes el niño y la niña.
Me gusta este cuento porque es muy divertido, y la mamá tiene razón, somos diferentes. Es muy fácil de comprender.
7 escogieron el cuento del hombre que pensaba no tener suerte
Es la historia de un hombre que dijo no tener suerte. Para saber por qué no la tenía, subió a la montaña donde vivía el sabio que tenía todas las respuestas a todas las preguntas. En camino se encontró con el lobo flaco que le preguntó: “¿Por qué soy tan flaco?” El hombre contestó: “No lo sé, pero se lo preguntaré al sabio que tiene todas las respuestas a todas las preguntas”. Más adelante se encontró con el sauce llorón que se quejaba de que le dolían las raíces. El hombre que decía no tener suerte le prometió que le preguntaría al sabio por qué le dolían tanto. Siguió caminando y se encontró con una bella mujer que se sentía muy sola. Le pidió que le preguntara al sabio por qué estaba tan sola. El hombre siguió hasta la cumbre, en donde estaba la casa sin puertas ni ventanas en la que vivía el sabio que tenía todas las respuestas a todas las preguntas. El sabio le dijo que la suerte no era de una persona u otra, sino que andaba por todas partes, que bastaba con estar alerta para verla. Así que el hombre se fue muy contento, después de haber hecho también las preguntas de sus amigos. Al bajar, se encontró primero con la mujer bella y le dijo: “El sabio dice que te vayas a vivir con el primer hombre que tú veas.” Pero él no quiso quedarse a vivir con ella porque tenía que encontrar la suerte que está en todos los lugares. Llegó cerca del árbol y le dijo: “Tienes un gran tesoro entre tus raíces, podría sacártelo pero no tengo tiempo, voy a buscar la suerte.” Y al ver al lobo flaco le dijo: “Eres flaco porque no comes correctamente. Tienes que comer al primer hombre que pase.” Y el lobo se comió al hombre.
A mí me gustó este cuento porque es irónico: el hombre buscó la suerte, en un momento cree que la tiene, y luego la pierde. Al hombre, no se lo comería el lobo si se hubiera quedado a vivir con la mujer. Si el hombre no pensara todo el tiempo en la suerte, se quedaría a vivir con la bella mujer, sería rico con el tesoro, pero está muerto. Cuando los hombres buscan la suerte a la fuerza, pasan al lado de la suerte. Es el cuento en el que hay más acción, y también es el que la contadora de historias contó mejor.
 


Receta del salmorejo

El Salmorejo es una comida parecida al gazpacho; es típica de Andalucía.
  Ingredientes de la receta:
6 ó 7 tomates grandes
1 pimiento verde
1 pepino
1 cebolla
100 gramos de pan duro
1-2 dientes de ajo
1 cucharada de sal
1 vasito de agua
Aceite de oliva.
 
¿Cómo se hace este salmorejo?
Primero se pelan los tomates, se trocean y se ponen en un recipiente grande, luego lavamos el pimiento quitándole hebras y pepitas y lo ponemos junto a los tomates hechos trozos. También pelaremos el pepino, la cebolla y los ajos (hay que quitarles el corazón), y los ponemos troceados en el recipiente.
Ahora hay que mojar bien el pan con agua y desmenuzarlo con las manos. Se añade a todo lo demás, se le echa sal, agua y un buen chorro de aceite de oliva. A continuación se tritura con la batidora hasta que tenga la textura deseada, todo bien triturado.  Lo dejaremos en el frigorífico para tomarlo fresquito una buena tarde de verano. Recomiendan acompañarlo con daditos de pepino, huevo duro, cebolla, jamón, pan… o lo que te guste.
Se dice también que la receta tradicional de salmorejo lleva sólo tomate, pan, aceite ajo sal y vinagre; aunque como a todas recetas, se le pueden hacer las modificaciones que se quiera.
Mara contó cómo se hacía en tiempos muy antiguos, antes de que la electricidad modificara todos los procedimientos de cocina, cuando todo se hacía a mano.

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